La tradición popular describe a la gitana como una mujer sin patria ni amo, dominadora de un mundo misterioso y mágico que interpretaba sobre todo a través de las cartas.

La leyenda nos ha transmitido la existencia de un pacto de amistad y lealtad entre el oráculo y la gitana: la Señora de los Gitanos siempre usaría esas cartas y ella no darían nunca una predicción errada. Por esta razón la gitana ayudaba siempre a todo el mundo, sin detenerse en un lugar concreto.

Muchos eran los que envidiaban a la gitana y su libertad, habrían querido obligarla a permanecer siempre en un mismo lugar para que solucionara los problemas de todos.

Según una leyenda francesa, la gitana no era otra persona que Mademoiselle Lenormand, la famosa, consejera de Napoleón. Sea como fuere, los oráculos llevan usándose desde hace más de dos siglos para predecir el futuro y responder con precisión y exactitud.

Éstas cartas tienen un tamaño idóneo para manipularlas y basándose en un método clásico de consulta, conseguirá predecir el futuro de manera fácil y divertida.